¡Gloria! ¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!!
Alabo a Adonaí, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia; y su verdad por todas las generaciones. Sea el nombre de Adonaí bendito, desde ahora y para siempre.
Sirvo a Adonaí con alegría; vengo ante su presencia con regocijo. Reconociendo que Adonaí es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
Entro por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; te alabo y bendigo Tu Santo Nombre. Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Porque bueno eres Tú, ¡oh Adonaí! Y para siempre es Tu misericordia, y Tu verdad por todas las generaciones. ¡Aleluya!!
Te doy gracias mi Señor Dios Todo Poderoso en todo, porque esta Su voluntad para conmigo en Cristo Jesús.
En todo tiempo te bendeciré.
Tu alabaza estará de continúe en mi boca. En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán. Engrandeced a Jehová conmigo, Y exaltemos a una su nombre.
Hablando con salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y alabando con mi corazón al Señor; dando siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre.
Te amo, oh Adonaí, fortaleza mía. Adonaí, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en Ti confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. Invocaré a Adonaí, quien es digno de ser alabado, y seré salva de mis enemigos.
Te alabaré, oh Adonaí, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas. Me alegraré y me regocijaré en ti; Cantaré a Tu Nombre, oh Altísimo.
Oración parafraseada por JC Cespedes, basada en Salmos 100:3; Salmos 100:4; Salmos 34: 1-3; Colosenses 3: 16; 1 Tesalonicenses 5:18; Salmo 18:1-3; Salmo 9:1.
Comentarios